su ayuda] entonces yo perdonaré y sanaré”. Además, en el versículo 15, Dios continúa haciendo eco a las palabras exactas de Salomón: “Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar” (compare con 6:40). Finalmente, la sección del versículo 19 al 22 se ha editado para hacer que la amenaza de Dios se aplique al Templo de una forma más exclusiva. Al comienzo de su respuesta, Dios le asegura a Salomón que desde luego él contestará las oraciones de su pueblo penitente
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